Francy Dayana Bayona Orejarena
Carlos Eduardo Gómez Rico
LA HERMENÉUTICA - EL MARXISMO
La hermenéutica, como la búsqueda del sentido de la realidad, implica una interpretación, una forma de captar la construcción humana en la que transcurre el hombre. Entonces la interpretación es la forma en que entendemos nuestra realidad, con la capacidad de traducir los signos o símbolos a otro nivel de la misma realidad que nos permite entenderla. Por consiguiente, para entender necesitamos del acto de interpretar, es así como nuestra propia experiencia humana funciona de una manera hermenéutica. En otras palabras, el interpretar es aprender a vivir, ya que siempre nos cuestionamos el sentido y significado que tienen para nosotros algunos hechos, de tal forma que procuramos comprender lo que quieren decir. Cuando interpretamos hacemos una comprensión crítica de nuestra realidad, estableciéndose la hermenéutica como una asignatura de la vida.
Antiguamente, la hermenéutica era concebida como una técnica, un arte o una ciencia de interpretar textos, por lo tanto, se trataba de encontrar el ‘sentido’ de lo dicho o escrito, que no se encontraba explícito en la literalidad del lenguaje. A partir de los aportes de Dilthey, Heidegger, Schleiermacher, Gamader y Ricoeur, actualmente se entiende como ‘hermenéutica’ filosófica a una teoría generalizada de la interpretación, o una teoría y praxis de la interpretación crítica.
Entre los principales filósofos de la hermenéutica, los cuales nos han otorgado los fundamentos de su actual conceptualización, encontramos a:
- Con Schleiermacher la hermenéutica cobra plena relevancia filosófica, y comienza a aparecer como una teoría general de la interpretación y la compresión. Propone que los datos históricos y filológicos sean únicamente el punto de partida de la comprensión y la interpretación, que al reconstruir la génesis del texto se genere una identificación con el autor que exceda el mero entendimiento de textos, sino que haya una comprensión del todo.
- Dilthey concibió la hermenéutica como fundamento de las ciencias del espíritu, ya no sólo como un conjunto de cuestiones técnicas-metodológicas, sino también “como una perspectiva de naturaleza filosófica que habría de situar en la base de la conciencia histórica y de la historicidad del hombre”, con ello es posible entender mejor a un autor, una obra, una época.
- Heidegger comprendió el estatuto de las concepciones de Dilthey, en el sentido de que no consideró a la hermenéutica o el “comprender” como un instrumento a disposición del hombre, sino como una estructura constitutiva del Dasein como una dimensión intrínseca del hombre: “El hombre crece sobre sí mismo, en un haz de experiencias, y cada nueva experiencia nace sobre el trasfondo de las experiencias procedentes y las reinterpreta.” Esta visión ontológica asume la propia autocomprensión que aparece por medio del lenguaje, es decir que la hermenéutica no resulta ser una forma particular del conocimiento sino lo que hace posible cualquier forma de conocimiento: “El hombre, en cuanto abierto al ser, es el intérprete privilegiado del ser”.
- En Gadamer se conjugan todas estas perspectivas filosóficas de la hermenéutica, tomando en principio la descripción que Heidegger hace respecto al círculo hermenéutico: “El círculo hermenéutico no debe degradarse a la condición de círculo vicioso, y tampoco hay que considerarlo un inconveniente insalvable.
- Para Ricœur la hermenéutica debe perseguir la identificación del ser del yo —un yo que no debe reducirse sólo a sujeto de conocimiento, sino que está abierto a muchas otras experiencias. En continuo diálogo con el estructuralismo, la lingüística y la semiótica, Ricœur trata de aunar distintas estrategias hermenéuticas, incluyendo ideas de Marx, Nietzsche y Freud que hablaban, cada uno en su ámbito, del carácter escondido y disfrazado del sentido de las cosas.
Abordamos el tema del marxismo, hablando de Karl Marx, quien fue un gran filósofo y economista estudioso de Friedrich Hegel, él cual vivió en Londres el resto de su vida en la pobreza más extrema (ya que tres de sus hijos murieron por falta de medicamentos) y continuó escribiendo libros revolucionarios y artículos para los periódicos dispuestos a publicarlos. Engels lo ayudaba y a menudo debía mantenerlo. Marx nunca tuvo un ingreso seguro, un empleo permanente o una cuenta bancaria. Pero lo que no pudo ganar para su propia familia, lo ganó para millones gracias a sus escritos.
Hegel era dialéctico, pero idealista; Feuerbach era materialista, pero metafísico; entonces Marx propuso su famosa variante: el materialismo dialéctico, con la ‘dialéctica’ de Hegel y el ‘materialismo’ de Feuerbach.
Si bien el idealismo parte de suponer la existencia de fuerzas sobrenaturales y divinas… el materialismo considera que no hay nada fuera de los fenómenos. Entonces el idealismo imagina cosas, presume que existen espíritus, ‘idealiza’ todo, pero no ofrece pruebas de lo que propone. El materialismo, en cambio, no idealiza, sino que busca la explicación científica de las cosas, incluso de la religión. Es así como los idealistas explican las cosas a través de la religión y los materialistas explican qué es qué sobre la base de la ciencia.
La palabra ‘dialéctica’ proviene del griego ‘dialectos’ que significa debate, discusión. Desde la perspectiva del método dialéctico, nada es eterno o inmutable. En este orden de ideas, la dialéctica dice que todo lo existente está constituido por contrarios.
El objeto de la teoría de Marx, el MATERIALISMO HISTÓRICO es demostrar que a la historia la hace el hombre, no el ‘destino’ ni la llamada ‘manos de Dios’, ya que Marx pensaba que la humanidad no necesitó ayuda ‘externa’ para inventar sus herramientas. No apareció ningún ángel del cielo para enseñarle a construir arados o ruedas.
Marx dice que el trabajo que no es libre (o sea, el que se hace para un patrón) puede permitir ganar salario, pero a la vez ‘aliena’ al trabajador: le saca algo que va a parar al bolsillo de su patrón. En su primer libro Marx comienza por investigar la alienación. Mejor dicho, los distintos tipos de alienación: política, religiosa y económica.
“La alienación del trabajador se expresa así: Cuanto más produce, menos puede consumir; cuanto más valor crea, menos valor tiene… El trabajo genera cosas fabulosas para los ricos pero miseria para los pobres. Las máquinas reemplazan al trabajo y los empleos disminuyen al par que otros trabajadores se vuelven máquinas” afirma Marx en sus Manuscritos de 1844.
Marx va aún más lejos y afirma: el conjunto de medios de producción que hoy existen fueron producidos por el trabajo de las generaciones previas, que pensaron, crearon y dieron su vida para lograr algo.
Y así concluye Marx: ‘El trabajo del obrero se vuelve una mercancía en manos de su dueño, pasa a ser trabajo muerto, posesión, riqueza. Y cuanto mayor es la propiedad del capitalista, más se empobrece el ser del obrero, convirtiéndose en una cosa: ¡EXPLOTACIÓN!
Marx señaló la existencia de una ‘Nueva Clase’: El proletariado, que vio la luz con la Revolución Industrial, cuando las máquinas comenzaron a sustituir a los artesanos del pasado…Un proletario es alguien que está al servicio de las máquinas del patrón.
Marx demuestra con gran precisión que en el ‘nuevo sistema’ (capitalista), el obrero está condenado a no disfrutar jamás de la ventajas que el sistema reserva a los propietarios de los medios de producción.
Entonces Carlos llegó a descubrir la base del Capitalismo: La célebre PLUSVALÍA, que no es más que comprar algo para después venderlo con ganancia. Para obtener plusvalía (ganancia extra) , el poseedor de dinero debe hallar en el mercado alguna otra ‘mercancía’ cuyo valor actual tenga la característica de ser fuente de valor.
El capitalista compra la fuerza de trabajo del obrero como si fuera cualquier otra clase de mercancía, y la pone a trabajar ocho horas al día (en la época de Marx, la jornada laboral era de 12 a 15 horas)
Gracias a la plusvalía el patrón se enriquece, en tanto que el obrero no recibe ni una moneda por ella. Cierto es que algún dinero debería dedicarse a mejorar las condiciones de trabajo…. Pero va derecho al banco.
A la combinación de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, Marx las define con el concepto de MODO DE PRODUCCIÓN. Marx dice que la historia es, en rigor, la historia de los modos de producción; distinguiendo 5 sistemas o modos de producción:
*Comunismo primitivo: Es una etapa del desarrollo de las formaciones económico-sociales, caracterizadas por el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la propiedad colectiva de los medios de producción (la tierra y las herramientas rudimentarias) y la distribución igualitaria de los productos.
*Estado esclavista: Desempeñó un importante papel en el desarrollo y consolidación de las relaciones de producción de la sociedad basada en la esclavitud. Así el esclavo está sujeto al amo y viceversa.
*Estado feudal: Se trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente por siervos, parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo" (arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño noble (señor) nominalmente leal a un rey.
*Sistema capitalista: Es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados.
*Sociedad socialista: Es un orden político basado en el control y democratización de la producción por parte de la clase obrera. La meta de este sistema es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las compensaciones por esfuerzo estratificadas, promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución como por ejemplo el seguro social.
En la obra de Marx, la clase obrera es el protagonista de la lucha de clases, es la que hace e incita a la revolución, que cambia y transforma la sociedad.